
Tercera, Cuarta, Quinta versión
de este texto que no tiene solución.
Palabra tras palabra tirada a la basura,
Y una pantalla en blanco llena de amargura.
Entonces me pregunto: por qué me cuesta tanto?
escribir algo que no requiera de mi llanto,
que no duela y no venga con tristeza,
si lo que busco es ser feliz, qué proeza!
Pues aquí me encuentro esta noche,
preparado para un nuevo derroche,
de tiempo y de letras en un nuevo borrador
donde busco contar: ¿cuál fue el disparador?
Ni una idea, ni un proyecto, es una acción;
De encontrar el miedo y seguir su dirección.
Abrazar lo bueno, lo malo y la confusión,
Y hablar del mundo como si fuera una canción.
Porque crecí obligado a elegir cada día
entre lo que quiero hacer y la expectativa
de lo que se espera de mí y de mi vida,
creyendo que el éxito era la única alternativa.
Y en un año lleno de proyecciones,
de ideas, sueños y ambiciones,
en el que todo iba a ser excepcional,
parece que todo está saliendo mal.
Dudas e inseguridades aparecen en mi mente
Creí que a esta altura esto sería diferente,
Que ya sabía lo que hacía claramente,
Pero veo que un cambio es inminente.
Y que ya no importa lo que haga,
Esta revelación rompe y excava,
dejando a la vista lo que ya estaba:
Una verdad que es imposible de esconder.
Lo que yo tengo es miedo a desaparecer,
e irme de aquí sin tener nada que perder.
Y si hablamos de perder,
siempre pensé en cosas materiales,
en números, papeles y metales,
y en todo lo que se puede vender.
Pero muy poco he pensado
En todos mis amigos y familiares,
En las buenas historias y lugares
que la vida me ha regalado.
Y por eso cuestiono lo aprendido,
Reconozco que si tengo mucho que perder,
Muchos patrones en mi vida que torcer,
Para poder apreciar lo que he tenido.
Ni una idea, ni un proyecto, es una acción
de olvidar cualquier vieja convención.
De entender que no importa a donde voy,
siempre y cuando sepa bien quien soy.
Y por eso traigo a mi vida La Reinvención
de Todas las Cosas, con una canción
que me acompañe de noche, y pido perdón
por el tiempo perdido con preocupación.
Porque la vida es una y quiero seguir
con la misma energía que me vio venir
mi madre al verme de su vientre salir:
hambriento, curioso y un gran porvenir.